La frecuencia cardíaca es uno de los índices principales que debes evaluar en tu organismo para asegurarte que estás en condiciones saludables. Las distintas actividades que realizamos involucran una mayor o menor exigencia para nuestro corazón. Esta exigencia se ve representada fielmente en la frecuencia cardíaca. En este artículo descubrirás cómo calcular la frecuencia cardíaca que debes mantener según tu objetivo.
Quizás desees caminar despacio o ligero, correr, montar en bicicleta, o realizar algún deporte en particular. Para todas estas actividades necesitas saber bien cuál es tu frecuencia cardíaca y cuál es la frecuencia necesaria que debes aspirar a obtener para realizarlas.
¿Qué es la frecuencia cardíaca?
Para que el organismo funcione de manera correcta, es imprescindible que el corazón actúe bombeando la sangre hacia todos los órganos y tejidos, haciéndolo con una determinada presión y a una frecuencia particular.

La frecuencia cardíaca propiamente dicha es el número de contracciones que posee el corazón, también denominadas pulsaciones, por cada unidad de tiempo. La frecuencia cardíaca suele medirse en condiciones de reposo o de actividad. Se expresa en pulsaciones por minuto, cuando hablamos de arterias periféricas, y en latidos por minuto, cuando hablamos del corazón.
Se puede medir el pulso en distintos puntos del cuerpo, pero lo más común es que se mida en el cuello, el tórax o la muñeca.
Frecuencia cardíaca en reposo
La frecuencia cardíaca en reposo depende mucho del estado físico, los factores genéticos, el estado psicológico, el ambiente, la postura, el sexo y la edad. Generalmente, se toma la frecuencia con la persona ubicada en reposo, puede ser tanto tumbada como sentada.
En un adulto sano, el pulso en reposo se suele hallar en el rango entre los 60 y 100 latidos por minuto. Cuando se realiza una actividad física, este rango puede variar y aumentar entre 50 y 100 latidos por minuto, y durante el sueño puede bajar hasta 60 latidos.
Frecuencia cardíaca de esfuerzo
La frecuencia cardíaca de esfuerzo es la que se toma cuando el individuo realiza un ejercicio de tipo dinámico que involucra una demanda de niveles muy altos de oxígeno. Por lo general, esta frecuencia es elevada proporcionalmente al tipo de ejercicio y a la exigencia que demanda cada ejercicio.
La frecuencia cardíaca máxima se calcula haciendo: 220 lpm (latidos por minuto) – edad.
La importancia de controlar la frecuencia cardíaca
Cuanto más elevada es la frecuencia cardíaca, menor es la expectativa de vida que existe. Es por esto que se recomienda ampliamente controlar la frecuencia cardíaca para evitar inconvenientes de salud.
También se ha observado que esto ocurre en animales, y se ha comprobado que los mamíferos que poseen mayor cantidad de pulsaciones por minuto son los que menos expectativa de vida tienen.
Por ejemplo, los ratones, que tienen entre 500 y 600 latidos por minuto, poseen una expectativa de vida de entre uno y dos años.

¿Cómo hacer para tener una frecuencia cardíaca normal y mantenerla?
Para poder mantener una frecuencia cardíaca normal, te recomendamos que realices ejercicio físico de manera regular. Se calcula que si realizamos un promedio de una y dos semanas de ejercicio aeróbico, disminuimos la frecuencia cardíaca en reposo de un latido por minuto.
También existen fármacos capaces de reducir la frecuencia cardíaca, pero esta es la opción menos natural. Por supuesto que todo va a depender de los chequeos correspondientes y lo que el médico diga.
Cómo calcular la frecuencia cardíaca que debes mantener según tu objetivo
Para poder calcular la frecuencia cardíaca que debes mantener, lo único que tienes que hacer es usar uno de los dos métodos recomendados: el método Astrand y el método Karvonen.
El método Astran es una formula sencilla para calcular tu frecuencia cardíaca máxima. Para las mujeres, es 226 – la edad, y para los hombres es 220 – la edad.
Por otra parte, el método Karkoven es el que incluye el cálculo de la frecuencia cardíaca en reposo, así que lo primero que debes hacer para usar este método es medirte tu frecuencia cardíaca por la mañana (el número de latidos por minuto).
Lo que nos dice el método Karvonen es que la frecuencia cardíaca esperada es el resultado de la resta entre la frecuencia cardíaca máxima y la frecuencia cardíaca en reposo. A esto lo debes multiplicar por el porcentaje de intensidad (el trabajo), sumándole la frecuencia cardíaca en reposo.
Conclusión
Si quieres mejorar tu estado de salud, debes realizar actividad física de manera continua y debes revisar cada cierto período de tiempo tu frecuencia cardíaca. Asegúrate de consultar a un médico y de realizar los chequeos correspondientes antes de lanzarte a hacer una actividad que resulte muy exigente para tu corazón. Recuerda: si no puedes correr, camina. El simple hecho de caminar puede aportarte grandes beneficios para tu cuerpo.