Probablemente, hayas escuchado del entrenamiento a intervalos de alta intensidad o HIIT por sus siglas en inglés, dado que es una de las tendencias fitness con más fuerza.
Claro está que, no es en vano, el HIIT es excelente para mejorar tu estado físico y quemar calorías en un breve lapso de tiempo. De hecho, un estudio confirmó que las mujeres con sobrepeso que cumplieron con 3 sesiones semanales durante 15 semanas de HIIT perdieron más de 3 kilos (Trapp, Chisholm, Freund y Boutcher, 2008).
Sin embargo, no todo el mundo tiene las condiciones adecuadas para este tipo de entrenamiento a pesar de su efectividad. Por eso, descubre 5 situaciones en las que el HIIT puede ser peligroso.

5 casos en que el HIIT puede ser peligroso
1. Tienes problemas cardíacos
Cuando haces ejercicio, aumenta la necesidad de oxígeno en los músculos que se están tonificando, de modo que el corazón y el sistema respiratorio deben trabajar con mayor intensidad.
Por lo general, sometiendo al corazón a tal estrés se vuelve más fuerte, pero hay casos en los que puede trabajar más de lo normal causando un fallo cardíaco.
A pesar de esto, un estudio encontró que el HIIT tiene tasas bajas de accidentes cardíacos, tanto en pacientes de insuficiencia cardíaca como en pacientes de enfermedad coronaria (Wewege, Ahn, Yu, Liou y Keech, 2018). Por lo tanto, la recomendación es que visites a un médico antes de practicar HIIT.

2. Estás comenzando a hacer ejercicio
El HIIT, como su nombre dice, es un entrenamiento de alta intensidad. Si eres un principiante en en el mundo del ejercicio, lo más probable es que te lesiones o agotes demasiado.
Tus músculos aún no son lo suficientemente fuertes para soportar la presión de este tipo de entrenamiento, ni serás capaz de reconocer las señales que tu cuerpo te dará cuando sea necesario detenerte. Así que, antes de probar el HIIT, pasa al menos dos meses sentando una base de fuerza y acondicionamiento aeróbico.

3. Estás lesionado
El HIIT está lleno de ejercicios que tienen un fuerte impacto en músculos, articulaciones, tendones y ligamentos, por lo que es poco recomendable realizarlo si tienes una lesión que te causa dolor.
Sin embargo, no entrenar tampoco es la solución; puedes realizar ejercicios suaves y solo si tienes una lesión que no te causa dolor. Puedes probar el HIIT, por supuesto, debes ajustar el entrenamiento a las limitaciones de la lesión.

4. Realizaste un entrenamiento de HIIT ayer
Dada la alta intensidad del HIIT, este no debería poder realizarse dos días seguidos. Y si puedes hacerlo todos los días, es que algo estás haciendo mal.
Generalmente, los días siguientes al HIIT deben tomarse con calma, ya sea con una carrera de recuperación o entrenamiento cruzado. Además, ten en cuenta que no debes hacer más de 3 sesiones de HIIT a la semana.

5. Odias el HIIT
A la mayoría de personas no les gusta el HIIT, pero son conscientes de los resultados que puede ofrecerles y se comprometen a realizar sesiones frecuentemente.
Si eres de los casos que odias el HIIT y no puedes ver con claridad los resultados para así establecer un compromiso, lo mejor es que abandones, pues sentirás que has perdido tu tiempo y esto sería peligroso para tus ganas de hacer ejercicio y mantenerte en forma.

Conclusión
El HIIT es excelente para perder peso y ponerse en forma, pero no es para todos. Si sufres problemas cardíacos, lo mejor es que consultes a tu médico. En el caso de que estés comenzando a entrenar, la recomendación es que entrenes por al menos dos meses antes de probar el HIIT. Y si tienes una lesión, más vale que sea sin dolor si quieres realizar es entrenamiento.
Referencias
- Trapp, E. G., Chisholm, D. J., Freund, J. y Boutcher, S. H. (2008). The effects of high-intensity intermittent exercise training on fat loss and fasting insulin levels of young women. International Journal of Obesity. doi: 10.1038/sj.ijo.0803781
- Wewege, M. A., Ahn, D., Yu, J., Liou, K. y Keech, A. (2018). High-Intensity Interval Training for Patients With Cardiovascular Disease-Is It Safe? A Systematic Review. Journal of the American Heart Association. doi: 10.1161/JAHA.118.009305