Los nadadores que entrenamos en la piscina nos exponemos constantemente a los elementos, en especial si practicamos nuestro deporte al aire libre. Pero, además de ser receptores de los rayos solares, lluvia, vientos y demás, también entramos en contacto directo con las sustancias químicas que los centros acuáticos utilizan para tratar el agua de las piscinas donde entrenamos.
Si bien es cierto que la química ha evolucionado para crear tratamientos que son menos dañinos para la piel de los nadadores, por ejemplo los de agua salada, ultravioleta u ozono, todavía el químico utilizado con mayor frecuencia en el tratamiento de las aguas de una pileta es el cloro.
Nadar de manera prolongada en agua tratada con cloro tiene un efecto secante en nuestra piel, lo que puede irritarla. Algunas personas tienden a ser más susceptibles que otras, en particular si esta persona sufre de eccema o dermatitis eccematosa.
Cuando nadamos por una hora en una piscina, nuestros cuerpos absorben mas cloro y otros productos desinfectantes que al tomar agua de caño por toda una semana. Los productos desinfectantes son mas dañinos que el cloro, formándose cuando el cloro reacciona con materia orgánica como lo son nuestra piel y nuestro cabello.
A parte de la dermatitis eccematosa, otros problemas de salud relacionados con los químicos usados en las piscinas son:
- Descontrol hormonal – nadar en piscinas techadas por 30 minutos podría estar atado a alteraciones hormonales en nadadores jóvenes.
- Asma y alergias – existen varios estudios que alegan probar el incremento de ataques de asma entre los usuarios de piscinas tratadas con cloro.
- Desbalance de la flora intestinal – el porcentaje de cloro incluido en el agua que tomamos podría destruir colonias de bacterias beneficiosas para nuestro tracto intestinal.
Las afecciones más comunes producidas por el cloro son aquellas que atacan nuestra piel. Para evitarlas debemos adherirnos a las siguientes recomendaciones:
Consejos para proteger tu piel del cloro
1. Hidrátate bien
La deshidratación puede hacer de nuestra piel mas susceptible a daños ocasionados por el cloro de la piscina, ya que puede quebrantar sus defensas naturales. Por tal razón es sumamente importante ingerir suficientes cantidades de agua durante nuestras sesiones de entrenamientos.
Recuerda que si tu sesión es más larga de 60 minutos debes suplementar tu hidratación con alguna bebida deportiva que contenga sales minerales y electrolitos. Para aquellas sesiones que son más cortas, agua es suficiente como líquido hidratante. La ingesta de líquido deben realizarse cada 15 minutos.
2. Enjuaga bien tu cuerpo
Luego de finalizada tu sesión de entrenamiento, debes pasar unos minutos bajo la ducha enjuagando bien tu piel, eliminando todo residuo de cloro que pudiera adherirse a la misma.
3. Lava tus bañadores con agua fresca
Debes lavar bien todos tus bañadores después del entrenamiento. De esta manera duraran mucho más tiempo, pero también podrás eliminar la fuente de posibles irritaciones, las cuales son peores debajo de los bañadores.
Estos consejos pueden ayudarnos a tratar nuestra piel contra los efectos adversos que produce el contacto con el cloro, pero…
¿Cómo podemos protegernos contra el cloro antes de introducirnos a la piscina?
1. Practica al aire libre
Si tienes esta opción, tómala. La mayoría de los problemas de salud relacionados con los efectos negativos de estar en contacto con los químicos usados en las piscinas parecen ser más comunes cuando pasamos largos periodos inmersos en piscinas techadas, donde el cloro entra en suspensión justo encima de la superficie del agua sin que el mismo pueda ventilarse.
La práctica frecuente de la natación en ambientes cerrados puede causar más problemas respiratorios e intestinales que nadar al aire libre. Asimismo, la mayoría de los estudios disponibles que cubren los efectos adversos del contacto con el cloro están asociados a las piscinas techadas.
2. Dúchate antes de nadar
¿Cuántas veces has desobedecido la recomendación de ducharte antes de entrar a la piscina? Me declaro culpable. Para mi sorpresa, ducharse antes de lanzarse al agua puede que proteja tu piel de absorber productos químicos a través de la epidermis. Algunos investigadores alegan que nuestra piel y cabello son como esponjas, por lo que mojarlos con agua fresca puede que prevenga la absorción del cloro a través de ellos.
Si no lo sabías, al entrar en contacto con el agua, el amonio que se produce cuando sudamos forma una peligrosa sustancia llamada cloramina. Al ducharnos antes de entrar a la piscina podemos remover el exceso de sudor de nuestros cuerpos, disminuyendo así la cantidad que podría reaccionar con el cloro y por lo tanto la cantidad de cloramina que podría formarse sobre nuestra piel.
3. Aplícate un poco de aceite de coco
Una capa de piel saludable está cubierta por una fina película acídica llamada «manto ácido» que es producida por las glándulas sebáceas. Esta película actúa como una barrera contra la posible invasión de bacterias, virus y otros contaminantes.
Cuando nos bañamos con jabón o nadamos en agua tratada con cloro, eliminamos el manto ácido. Si dejamos nuestra piel sin esta protección natural podríamos dejarla expuesta a químicos dañinos y agentes patógenos.
Si nos colocamos un poco de aceite de coco sobre la piel antes de nadar, nuestra piel estará gozando de una capa adicional de protección contra todos los males descritos más arriba. Así como lo es el manto ácido, el aceite de coco también es de naturaleza ácida. Además, el aceite de coco actúa como un protector solar natural, ofreciendo un grado medio de protección contra los rayos del sol que tienden a magnificarse en el agua.
4. Neutraliza el cloro con una solución tópica de vitamina C
Esta es una de la propiedades menos conocidas de la vitamina C. Su estructura química neutraliza los efectos del cloro y la cloramina.
Para contrarrestar los efectos de estas dos indeseables sustancias, puedes adquirir un enjuague a base de vitamina C que pudiera ayudarte a eliminar aproximadamente el 99% del cloro y cloramina que pudo haberse alojado sobre la superficie de tu piel.
Una sugerencia interesante que aprendí de un artículo consultado para este escrito es la preparación de un spray que contenga una cucharadita de vitamina C en polvo, disuelta en 12 onzas de agua (unos 35 cl). Cuando la tengas lista, rocíalo sobre tu cabello y tu piel después de finalizar el entrenamiento, enjuagando bien tu cuerpo con agua fresca después de aplicarla.
Conclusión
Mantener nuestro cabello y nuestra piel en buen estado puede ser un reto si nadamos con frecuencia en una piscina. Los químicos que se utilizan para el tratamiento del agua de las piletas contienen agentes desinfectantes que pueden ser dañinos para nuestra piel. Para protegernos de esos efectos debemos seguir pautas claras y utilizar agentes neutralizantes que mitiguen los efectos dañinos de esas sustancias químicas.
Esperamos que estos consejos sean de utilidad para que tu piel se mantenga con apariencia joven y puedas disfrutar plenamente de tu experiencia deportiva mientras practiques la natación.
Referencias
- Taking care of your skin. Para swimming.org. [Revisado en Enero de 2016]
- Emily Montes. 4 Cheap and Easy Ways to Protect Against Swimming Pool Chemicals. Para Holistic Squid. [Revisado en Enero de 2016]
- Joseph Mercola. Avoid Swimming Pools if You Have Allergies or Asthma. Para mercola.com. [Revisado en Enero de 2016]