Pocos deportes son tan retadores como la natación: su mezcla de cardio, resistencia, fuerza y velocidad -especialmente desarrolladas en un medio extraño como es el agua-, hacen de ella un deporte retador, que promete grandes victorias, pero también muchos tropiezos en el camino.
Para triunfar en la natación es necesario tener una gran dosis de confianza. Evidentemente, también se necesita disciplina y dedicación, pero sin la confianza suficiente que las alimente es muy difícil progresar y mantener el empeño.
Por lo tanto, identificar los pensamientos derrotistas que solemos tener, y eliminarlos de la mente, es muy importante para quien desee avanzar en la natación.
6 pensamientos derrotistas que los nadadores deben evitar
1. «Así es este deporte, y eso nadie lo puede cambiar»
El hecho de que las rutinas de nado sean tan retadoras y agotadoras hace que muchos tengan una actitud derrotista ante ellas, nada más empezar a practicar este deporte.
«Así es la natación: es difícil y lenta en resultados, eso nadie lo cambia». No es raro que muchos acaben abandonando luego de oír estas palabras.
Debes rehusar a creer que la natación es un deporte que se vive en entrenamientos de un solo sentido, ejecutados de un modo único. Busca las mejores rutinas para ti y trata siempre de avanzar: siempre estarás avanzando aunque en el momento actual no lo estés viendo.
2. «Nadar no debería ser tan difícil»
Nada de lo que vale la pena en la vida resulta fácil de obtener, y los resultados en el deporte no son la excepción. Si a la estricta disciplina de levantarte cada día temprano para dedicar tus mejores horas a la natación, le sumamos esa sensación de cansancio y somnolencia al final del día, pues sí, evidentemente triunfar en la natación parece demasiado difícil, casi imposible.
Para prevenir este tipo de pensamientos, solo ten la determinación de levantarte al día siguiente recordando que no fue imposible, y que ese cansancio valdrá la pena al final del camino.
3. «Fallé en mis primeros intentos, así que la natación no es para mí»
Suena bastante duro, pero hay gente que inconscientemente piensa así, en la vida y en la natación.
Interpretar los fallos en los entrenamientos y en las competiciones como señales del destino, no es ser romántico ni valiente; más bien es ser cobarde o simplemente tener una perspectiva demasiado pequeña.
Si revisas los datos de nadadores de destacada trayectoria -no solo nadadores estelares como Phelps, Spitz o Popov-, verás que la lista de sus errores siempre supera a la de sus victorias. El problema es que nadie quiere recordar sus errores, y mucho menos nadie los ve como lo que en el fondo son: aprendizaje, en vez de derrotas.
4. «Cuando te dicen que algo no se puede hacer, es porque sencillamente no se puede»
Las personas que no cumplen sus sueños o que ni siquiera se esfuerzan en subir el nivel de sus retos son muchas, y hay algo que siempre las distingue: echarle la culpa a las circunstancias, con el «no se puede» de costumbre.
El problema con estas personas es que, como se dijo, son muchas, y ya sabemos lo que pasa cuando una mentira es dicha por muchas personas: que acaba transformándose en una verdad para nosotros.
A Walt Disney se le atribuye una frase bastante elocuente que te puede servir en esos casos: «A veces es divertido intentar lo imposible«.
5. «Ese récord de velocidad que rompí en mi entrenamiento no sirvió para nada»
Los seres humanos solemos creer que solo vivimos en el presente, un presente confuso, y nunca nos detenemos realmente a pensar en el camino que hemos recorrido para llegar a donde estamos. El deporte, con sus prácticas y aprendizajes, debería ayudarnos a pensar de otra forma, pero hay muchos a los que les cuesta despegarse de esta clase de ideas.
Aprecia y enorgullécete de los momentos en que rompiste tus marcas. Esos momentos alimentarán tu confianza en entrenamientos futuros, y ayudarán a definir qué tan lejos llegarás.
6. «Aquel nadador es exitoso, ¿por qué yo no?»
Para empezar, comienza a preguntarte: «¿Cuál es mi idea de éxito?» Es natural que queramos compararnos con los logros de otros, después de todo, el ser humano aprende y se supera a sí mismo imitando. No obstante, debes tener en cuenta que toda comparación que hagas debe ser en tu provecho, es decir: debes compararte para aprender, nunca para envidiar.
La natación, especialmente entre profesionales, es increíblemente competitiva. Distinguir entre competitividad y rencor es crucial si deseas llegar realmente lejos.
Referencia
- Poirier-Leroy, O. 7 Self-Defeating Thoughts Swimmers Need to Drop. Para Swim Swam. [Revisado en diciembre de 2016]