Francia, ¡oh, la bella Francia! Por años, el hogar de la famosísima Torre Eiffel ha sido la tierra prometida, el lugar de ensueño, para muchos viajeros y jóvenes con sed de amor, belleza, aventura y vino. Es por ello que, entre tanta admiración, no se hicieron esperar los mitos acerca de los franceses y su estilo de vida.
¿Realmente no se bañan? ¿Sólo comen caracoles o comidas extrañas? ¿No le gustan los extranjeros? En torno a esta cultura han nacido muchos de los mitos más extraños que hayas escuchado y llegó la hora, finalmente, de que sepas la verdad.
He aquí las 6 creencias erróneas que se tienen de los franceses.
6 mitos acerca de los franceses
1. Todas las mujeres francesas son elegantes
Sí, ciertamente es la capital de la moda europea. Sí, ciertamente muchos de los que viven en París llevan un estilo de vida lujoso y muy chic, pero eso no significa que cada una de las mujeres francesas sea una fashionista. Hay mucho más Francia que las grandes ciudades y, aunque no es tan glamourosa, vale la pena conocerla.
Hay muchas francesas que viven en ciudades más pequeñas y pueblos en el campo que no tienen mayor interés en su ropa más allá de la usabilidad de la misma
2. No les gustan los americanos
El problema de los franceses no es con los americanos o Estados Unidos en general, sino con la soberbia. Ante el hecho de que el idioma inglés es el idioma universal, algunos americanos asumen que todo el mundo alrededor del globo habla inglés, así que cuando visitan un país extranjero no intentan aprender nada del idioma de ese país.
Los franceses resienten esta actitud, y se frustran cuando un estadounidense se acerca a hablarles en inglés sin siquiera un: “parlez vous anglais?” (¿Habla inglés?).
Son estas creencias erróneas acerca de los franceses las que más de una vez los hacen ver como cerrados y/o antipáticos ante los extranjeros. En todo caso, eso no es cierto. Todo se trata, como siempre, de una cuestión de perspectiva.
3. Los hombres franceses son afeminados
Lo primero que hay que tener claro es la siguiente distinción: ser afeminado no tiene nada que ver con tener un excelente sentido del estilo y un gusto exquisito. Sí, en Francia hay mucho de eso. Muchos hombres disfrutan y se preocupan por lucir bien, pero eso no quiere decir que no sean masculinos.
Uno de los ejemplos más comunes es el de la bufanda: los hombres franceses la usan de forma muy común, casi como los calcetines o la corbata. En los Estados Unidos, las bufandas son vistas como un accesorio que usan más las mujeres que los hombres. En Francia, por otro lado, son unisex. Tan simple como eso.
Solo porque no verías a los hombres franceses en shorts de baloncesto y en camiseta no significa que sean menos masculinos. En pleno siglo XXI, con la tecnología cada vez más evolucionada, hace falta que las personas lo hagamos también: hay que abandonar las creencias erróneas de una cultura tan rica como la francesa.
4. Son perezosos
Como suele suceder con esto de los mitos y creencias erróneas, todo el enunciado está fuera de contexto. Si bien existe la Loi Aubry, según la cual la jornada de trabajo estándar es de 35 horas por semana, esto no quiere decir que los franceses sean personas flojas o o trabajen.
Con el pasar de los años, esta Ley ha sufrido diversos cambios, por lo que en la actualidad no es más que un punto de partida o número mínimo de horas para los trabajadores que, una vez excedido, lleva a los empleadores a pagar horas extra.
Además, según The Guardian, Francia es ahora más productivo que Gran Bretaña y Alemania y el número de horas que los franceses han trabajado en los últimos años ha incrementado. En 2012, los empleados a tiempo completo en Francia trabajaron un promedio de 39,5 horas por semana.
5. Sólo comen caracoles y comidas extrañas
Hay que dejar de creer todo lo que vemos en el cine. No, los franceses no sólo se visten con ropa de rayas blancas y negras y usan boinas. No, no usan perfume para ocultar el olor corporal, porque no se bañan. Y no, definitivamente no sólo comen patas de rana y caracoles. Su menú típico va mucho más allá de reptiles y animales de jardín.
En realidad, la gastronomía francesa tiene platos que harían la boca agua a cualquier extranjero: carne y papas fritas, jamón a la parrilla, deliciosos sándwiches de queso, croissants de chocolate y mucho, mucho más. Delicioso, ¿cierto?
Pero, entonces… ¿y las patas de rana a la parrilla? Eso podemos dejarlo casi siempre fuera del menú. Las ranas se ven más bonitas saltando alegremente en el lago.
6. Son antipáticos
De entrada, debemos asumir que en muchos casos las diferencias culturales hacen que las relaciones con los extranjeros sean un poco más complicadas. Es precisamente allí donde nace esa vieja creencia de que los franceses no son simpáticos. Sin embargo, es cuestión de poner las cosas en perspectiva.
No se trata de que los franceses o alemanes sean antipáticos u odiosos, sino de que son un poco más cerrados. Les gusta mantener la distancia en el ámbito cotidiano, pero con las personas que quieren y con las que son cercanos, la historia es muy distinta.
Si bien los franceses se toman su tiempo para abrirse con la gente, cuando lo hacen, puedes estar seguro de que es genuino.
Referencias
- Schmalbruch, S. 8 things people get wrong about the French, para Business Insider [Revisado en julio de 2017].