El Ironman es uno de los retos físicos más difíciles de superar dentro de los triatlones. Esta prueba se divide en tres circuitos: una carrera a pie de 42 km, un recorrido de ciclismo de 180 km y finalmente una prueba de natación de 3,80 km.
En tanto la carrera a pie y el tramo en bicicleta se dan en ambientes relativamente sencillos de asumir para el ser humano, la parte de nado tiene la desventaja de darse en un medio que podríamos llamar hostil, como son las aguas abiertas de playas o de lagos, generalmente.
Para afrontar la parte de nado de un Ironman es necesario, entonces, no solo tener una condición impecable, sino realizar ejercicios específicos para adaptarte al agua bajo cualquier circunstancia.
4 consejos para superar la prueba de natación de un Ironman
1. Desarrolla tu resistencia
En la vida diaria, un recorrido de 3,8 km parece relativamente breve. O por lo menos no una distancia insalvable, pero cuando trasladamos eso al plano de la natación, vemos cómo todo se dificulta.
En promedio, se requieren de 80 minutos para completar la prueba de natación de un Ironman. Son 80 minutos de nado sin la ayuda psicológica del muro de una piscina, y a eso hay que sumarle el recorrido en bicicleta y la carrera a pie. Se requiere resistencia para conseguirlo, y mucha.
La resistencia en la natación solo se construye nadando: ningún otro ejercicio te prepara tan bien para algo tan retador. La meta en este caso debería ser nadar entre 60 y 75 minutos continuos, unas tres o cuatro veces por semana.
2. Realiza entrenamientos para mejorar tu técnica y fuerza
Si bien es fundamental la resistencia, no hay qué perder la idea de que un Ironman no es ningún paseo: se requiere velocidad para salir entre los primeros, y para eso es necesario mejorar en fuerza y técnica.
Lo fundamental es enfocarse en desarrollar los músculos estabilizadores (los que mantienen la postura, es decir, los del abdomen, muslos y glúteos) así como los de la espalda, especialmente la espalda alta.
En cuanto a mejorar la técnica de nado, cada quien tendrá su propia técnica, de acuerdo como lo tenga pautado con su entrenador. Se trata realmente de buscar la eficiencia a toda costa. No obstante, si no te es posible tener un entrenador contigo respaldándote, un buen primer principio a aplicar es mejorar la entrada con la mano.
La entrada con la mano debe realizarse bastante cerca del agua, con el antebrazo casi vertical antes de golpear con la superficie y la muñeca dando un pequeño giro hacia adelante al momento de entrar en contacto.
Todo esto se hace así para crear una descarga de fuerza que te ayude a ganar más impulso, lo cual es un aspecto clave en estos recorridos.
3. Trabajar el ritmo y la relajación
Nada peor que el estrés a la hora de enfrentar una competición de tal proporción. Otro aspecto que debes cuidar, por tanto, es tu condición para tener un ritmo constante y relajado.
Para tener un buen ritmo de nado es necesario que la cadencia de los movimientos y la proporción entre inhalación y exhalación vayan a la par.
Distintas personas tienen ritmos distintos de respiración y movimiento en el agua, con lo que no hay un estándar por el que te puedas medir. Este conocimiento solo lo da el entrenamiento a conciencia. En términos simples: debes encontrar tu ritmo y respetarlo. Aquí vuelve a entrar tu técnica en juego, pues es un buen equilibrio entre técnica y ritmo lo que genera, a su vez, relajación.
Asimismo cada atleta tendrá su método de relajación personal, algo que le ayude a despejar la mente antes y después de la competencia. Pero cuando se logra, el resultado siempre es el mismo: mayor enfoque y rendimiento.
4. Realiza una carrera previa a la competición
A la mayoría de atletas les asaltan las dudas antes de la carrera. Dudas como no saber si serán capaces de superar el recorrido completo, pueden echar por el suelo todo el trabajo anterior.
Una manera de enfrentar esto con seguridad es realizar todo el recorrido unas cuantas veces antes de enfrentar la prueba por completo. Esto da mucha seguridad.
Al principio de los entrenamientos, se puede empezar haciendo recorridos menores, manteniendo la distancia de nado alrededor de los 400 metros. Pero a medida que se acerca la fecha de la competición, esa cifra debería subir, de modo que al menos hayas ejecutado la distancia de la competencia unas pocas veces.
Referencia
- Kipping-Ruane, Allan. 4 Pro Tips for Ironman Swimming Success. Para Breakingmuscle. [Revisado en febrero de 2017].