Cómo afecta al alcohol al sistema inmunitario y lo debilita

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El alcohol es una sustancia legal que destaca entre la población por su sabor y, en muchas ocasiones, por algunos de sus efectos, ya que llega a generar bienestar durante unas horas. De esta forma, en la sociedad se han eclipsado sus efectos negativos, relacionando este concepto con diversión e, incluso, con mejores relaciones sociales. Con el fin de que comprendas algunos de sus puntos más perjudiciales (y, entre ellos, cómo afecta el alcohol al sistema inmunitario), en este artículo nos centraremos en este tema.

¿Qué es el alcohol?

Para entender cómo afecta el alcohol al sistema inmunitario debemos saber primero en qué consiste esta sustancia. Se trata de un líquido incoloro, transparente e inflamable que posee un olor característico. También es conocido como alcohol etílico o etanol. Este último, destinado al consumo humano, se presenta en bebidas con distinta concentración.

De este modo, podemos encontrar bebidas fermentadas como la cerveza, el vino, la sidra o el cava. En ellas, la concentración de etanol va desde los 4º hasta los 15º, lo que significa que de la cantidad que ingerimos, ese porcentaje es alcohol puro. Estos productos se obtienen por la fermentación de los azúcares de frutas o cereales.

Por otro lado, están las bebidas destiladas. Estas se crean al destilar las que ya están fermentadas, por lo que la concentración de alcohol aumenta de forma considerable. Los licores, el vodka, el whisky, el ron o la ginebra pertenecen a este grupo y su graduación oscila alrededor de los 40º y los 50º.

La tolerancia del organismo al alcohol

El alcohol que se consume es absorbido mediante el proceso de la digestión, una pequeña parte a través del estómago y otra por medio del intestino delgado, siendo este el responsable de absorbe la mayor parte. De ahí, pasa al torrente sanguíneo que trasporta el alcohol a todo el cuerpo, disminuyendo el funcionamiento del sistema nervioso central y afectando a las funciones cerebrales, entre otras. Después, es el hígado el encargado de eliminar esta sustancia de nuestro cuerpo.

Las cantidades que tolera el organismo varían en función del sexo, la edad o el peso corporal. Por ejemplo, para que os hagáis una idea, en condiciones de buena salud una persona que ingiere alcohol de forma masiva no tolera un nivel de más de 3 gramos por cada litro en sangre, ya que sufriría un coma e, incluso, podría llegar a morir.

El hígado

También es importante destacar que el hígado humano no es capaz de metabolizar más de 9 gramos de alcohol por hora. De este modo, las ingestas de grandes cantidades en periodos cortos de tiempo aumentan el riesgo de sufrir intoxicación aguda con graves consecuencias para la salud.

¿Por qué se consume alcohol?

Los motivos de consumo de alcohol son muchos, pero la mayoría de las personas lo hacen por sentirse aceptados dentro de un grupo, por el bienestar que llega a producir durante unas horas y para divertirse.

También para vencer la timidez y como vía de escape a los problemas.

Cómo afecta el alcohol al sistema inmunitario

Aunque sean artículos que podemos encontrar legalmente en el mercado, tanto el alcohol como el tabaco, u otro tipo de drogas, acaban perjudicando seriamente la salud de las personas. Además de la conocida resaca, por afectación tanto del sistema nervioso como del sistema digestivo por deshidratación y/o irritación, el alcohol también afecta a nuestro sistema inmune. Son varias las formas. Las explicamos a continuación.

Cómo afecta al alcohol al sistema inmunitario

Afectación aguda o inmediata

En este caso, el sistema inmune actúa contra el alcohol como si de una infección se tratara. De esta forma, la primera acción es activar la respuesta inflamatoria y “bombardear” al intruso en cuestión. Sin embargo, el alcohol es capaz de bloquear algunas de estas células inflamatorias y, a su vez, también reduce la capacidad del cuerpo para poder responder a otras infecciones. Por ello, es más fácil enfermarse cuando consumimos alcohol.

Afectación crónica o a largo plazo

Normalmente, cuando sufrimos una infección, nuestro sistema “recuerda” a ese intruso. De este modo, posteriormente puede actuar más rápido contra él. Sin embargo, el alcohol afecta a las células T y a las células B del sistema defensivo, que son las responsables de esta “memoria” del sistema inmune. Este hecho provoca que respondamos peor a las infecciones o reinfecciones. Además, no solo las altera, sino que incluso reduce el crecimiento de las propias células B (fabricantes de los anticuerpos).

Afectación indirecta

Finalmente, el alcohol puede afectar a nuestro sistema inmune de forma indirecta al interrumpir el ritmo circadiano. Esto significa que altera nuestro ciclo de sueño y todos sus procesos asociados. De esta forma, el ritmo hormonal y de liberación de múltiples moléculas guiadas por este ciclo se ve afectado, incluidas las sustancias del sistema inmune.

Por otra parte, esta asincronía puede causar otros problemas como el conocido jet lag, y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o metabólicas.

Razones para dejar de beber alcohol

Como hemos visto en el apartado anterior, el alcohol afecta a tu sistema inmunológico. Así, si dejas de beber estarás reforzando tus defensas. Pero los beneficios de dejar de beber alcohol no solo se centran en este punto. Otros muchos te los explicamos a continuación.

Cómo afecta al alcohol al sistema inmunitario

Relaciones sexuales más satisfactorias

El alcohol está relacionado con relaciones sexuales poco satisfactorias, y más a medida que vamos cumpliendo años, dejar de beber alcohol provoca que tus relaciones sean más placenteras. Esto se debe a que no tendrás alteradas las hormonas, en el caso de las mujeres; y la disfunción eréctil no será una constante si eres hombre.

Perder peso

El alcohol tiene mucho azúcar y los refrescos que lo acompañan también. Por ello, si apartamos esta sustancia de nuestro cuerpo, notaremos cómo, sin esfuerzo, conseguimos perder algunos kilos. Es una forma de hacer dieta pero eliminando tan solo un producto que no nos aporta nada, es más, tan solo nos perjudica.

Evitar trastornos mentales

El alcohol afecta a los neurotransmisores. De esta manera, si dejas de beberlo evitarás sufrir trastornos mentales, además de una enfermedad llamada esquizotipia. Esta provoca rasgos en la personalidad entre los que se incluyen ilusiones, personalidad fantasiosa, interpretaciones inadecuadas de sucesos normales y dificultad para las relaciones sociales.

Aumento de la esperanza de vida

Si dejas de beber alcohol, tu cuerpo aumentará su esperanza de vida en casi 20 años. Imagínate todas las cosas que puedes hacer a lo largo de dos décadas. Los viajes que puedes realizar, las películas que puedes ver o las sensaciones tan bonitas que puedes tener.

Ahorro de dinero

Una de las grandes razones por las que muchos toman la iniciativa de alejar el alcohol de sus vidas es por el ahorro de dinero. Se trata de una sustancia cara que suele tomarse en grandes cantidades llegado el fin de semana, por ejemplo. De este modo, con este dinero no gastado puedes invertir en aquello que te siente bien mental y físicamente. Por ejemplo, en un gimnasio o en un tratamiento de belleza. Te sentirás mejor y más fuerte.

Sin duda, haciendo balance de los aspectos negativos y conociendo cómo afecta el alcohol al sistema inmunitario, es obvia la decisión que debemos tomar respecto a esta sustancia. Nuestra vida no debe basarse en pasar un buen rato con los amigos a través de sustancias dañinas. Además, los problemas no se solucionan bajo el consumo de este producto, sino todo lo contrario. Por ello, debemos tener fuerza de voluntad y preocuparnos por lo que realmente nos conviene.

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