Padecer una adicción a la comida puede llevar a distintas dificultades en la vida diaria y por supuesto, al sobrepeso.
Esta actividad consiste en ciertas conductas como el hábito de comer compulsivamente y falta de control sobre los impulsos. La sociedad médica no clasifica la adicción a la comida como un trastorno mental, de todas formas,
Muchas personas experimentan estos síntomas ocasionalmente y por un período corto de tiempo. Desafortunadamente, para otros, estos hábitos juegan un rol muy importante en su nutrición y les afectan de gran manera, ocasionándoles una ganancia de peso y otras condiciones perjudiciales.
Para que conozcas más esta problemática, te mostramos 7 síntomas comunes de la adicción a la comida para que sepas identificarlos y tratarlos.

7 síntomas de la adicción a la comida
1. Desear más comida aún con el estómago repleto
Los antojos de comida no son algo totalmente descabellado y tampoco son peligrosos de vez en cuando. De todas maneras, existe una gran diferencia entre un antojo y hambre, siendo el primero el deseo de comer algo aún cuando tu estómago está repleto de comida; mientras que el segundo solo responde a una tarea básica para sobrevivir.
Los antojos se convierten en un problema cuando suceden muy a menudo y la tarea de satisfacerlos o ignorarlos presenta una dificultad. Por ello, algunos expertos afirman que estos comportamientos pueden ser el indicio de una adicción o desorden alimenticio en desarrollo (Gearhardt, Phil, White y Potenza, 2011).
Un estudio sobre el mismo tema, descubrió que los antojos en aquellos casos no funcionan a partir de una necesidad por nutrientes o energía, sino que se trata de un pedido del cerebro para liberar dopamina, un químico que participa en la forma en que los humanos sienten placer (Bello y Hajnal, 2010).

2. Comer mucho más de lo previsto
Tal vez eres una persona que puede comer un trozo de chocolate y guardar el resto para otra oportunidad, pero quienes padecen de una adicción a la comida no pueden hacerlo. Las investigaciones aseguran que este tipo de comportamiento donde es “todo o nada” con respecto a los alimentos es muy común en cualquier tipo de adicción (Schulte, Joyner, Potenza, Grilo y Gearhardt, 2015).
Es por esta razón que aconsejar moderación a alguien con una adicción a la comida no tiene sentido, ya que la falta de esta conducta es difícil de resolver y requiere de tratamiento.
3. Inventar excusas para comer
Aún en personas sanas y sin ninguna adicción alimenticia es difícil comportarse fiel a un régimen dietético, ya que el cerebro busca siempre una forma de conseguir lo que desea. Esto es todavía más grave en quienes padecen de una adicción a los alimentos, ya que, aunque se establezcan reglas y condiciones sobre las comidas prohibidas y permitidas, el cerebro siempre buscará una forma de revertirlas a su favor.
Además, cuando el organismo se siente desprovisto de la comida comienza a experimentar abstinencia, un sentimiento similar a cuando una persona deja de fumar.

4. Establecer reglas destinadas a fallar
Lo más probable cuando existe una falta de autocontrol es que esa persona se establezca a sí mismo una serie de reglas para intentar limitar su adicción. Desafortunadamente, esta acción suele fallar porque no son duraderas a largo plazo.
Algunas de estas reglas pueden ser tener 1 o 2 días semanales en donde se pueda comer sin remordimientos y reglas, o comer comida chatarra solo durante celebraciones y fiestas.
5. Ocultar la adicción a la comida
Cuando los comportamientos compulsivos comienzan a salirse de control y las personas no pueden tomar las riendas de sus acciones con respecto a los alimentos, se vuelve una conducta común el ocultar el consumo de exceso de comida.
Por lo general, esto ocurre a solas, separado de cualquier contacto con familiares o amigos cercanos.
6. Sentir culpa pero repetir el comportamiento
La constante prohibición de alimentos y la conducta que infringe aquellas reglas conlleva un sentimiento de culpa para la persona afectada. De todas maneras, los antojos y las ansias de comida pueden superar el remordimiento para continuar con aquellas conductas poco saludables. Esto hace que se cree un círculo vicioso de culpa seguida de satisfacción momentánea.

7. Puede agravar enfermedades preexistentes
La comida que entra a tu sistema te afecta de forma directa y nadie puede negarlo. Esto quiere decir que el impacto de una mala alimentación se verá claramente en tu piel, peso, aliento, fatiga, salud dental y otros problemas similares.
Además, diversas enfermedades como la diabetes tipo 2, las condiciones cardíacas, la demencia, el Alzheimer y algunos tipos de cáncer pueden ser causados por una dieta a base de comida basura. Por ello, es necesario que quién sufre de alguna de estas enfermedades y padece una adicción con la comida comience algún tipo de tratamiento que pueda generar mejorías.
Conclusión
La mejor recomendación cuando se trata de adicciones alimenticias y cómo tratarlas es visitar a un doctor y un nutricionista que puedan enfrentar esta tarea. El camino hacia una dieta saludable es arduo y difícil por los obstáculos que implica, pero es posible llegar a tu objetivo con la ayuda correcta.
Referencias
- Bello, N. T. y Hajnal, A. (2010). Dopamine and binge eating behaviors. Pharmacology, biochemistry, and behavior. doi: 10.1016/j.pbb.2010.04.016
- Gearhardt, A. N., Phil, M., White, M. A. y Potenza, M. N. (2013). Binge Eating Disorder and Food Addiction. Current drug abuse reviews. vol. 4 (3): 201–207.
- Schulte, E. M., Joyner, M. A., Potenza, M. N., Grilo, C. M. y Gearhardt, A. N. (2015). Current considerations regarding food addiction. Current psychiatry reports. doi: 10.1007/s11920-015-0563-3.