En comparación con otros deportes, el ciclismo nos permite progresar más rápidamente a nivel físico ya que el impacto que sufren las articulaciones es menor. De este modo, el gasto de energía que realizamos es mucho más eficiente y nos permite mejorar nuestra forma física de una manera rápida.
¿Cómo empezar a practicar ciclismo?
Para montar en bicicleta no es necesario que partamos de un excelente estado físico, por lo que cualquiera que tenga ganas de hacer deporte puede empezar a pedalear. Una vez hayamos comenzado, el siguiente paso sería llegar a recorrer 3 km diarios durante 3 o 4 días a la semana, con lo cual lograríamos mejorar extraordinariamente nuestra forma física y con ello prevenir la aparición de diferentes enfermedades (Blair et ál., 1995).
Es sencillo seguir un plan de entrenamiento de ciclismo que te lleve desde prácticamente no saber montar en bicicleta, a poder pedalear durante decenas de kilómetros cada día.
Beneficios del ciclismo para la salud
Menor riesgo de enfermedades mortales
En general, las personas que practican ciclismo al menos una hora diaria reducen la probabilidad de padecer diferentes enfermedades hasta en un 20%, incrementándose dicho porcentaje hasta en un 30% si realizamos al menos 100 minutos diarios (Matthews et ál., 2007).
También es positivo para prevenir la aparición de diabetes tipo II en individuos propensos para ello, como aquellos que tienen sobrepeso, la tensión arterial alta o un historial médico familiar desfavorable. Además, puede disminuir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama (Steindorf, Schmidt, Kropp y Chang-Claude, 2003). También tenemos evidencia de que el ciclismo tiene un efecto protector contra el cáncer de colon (Hou et ál., 2003).
A nivel cardio-respiratorio, para obtener los mejores beneficios bastaría con realizar 170 minutos de ciclismo a la semana (mujeres) o 250 minutos (hombres) a una intensidad moderada, lo que equivaldría a un gasto de 1000 a 1500 calorías semanales. También podemos obtener ganancias significativas en nuestra captación máxima de oxígeno, pudiendo incrementarlo hasta en un 16% (Oja et ál., 2011).
Perder peso gracias al ciclismo
60 minutos diarios de ciclismo a intensidad moderada pueden ayudarnos a controlar nuestro peso y evitar los riesgos asociados que conlleva el sobrepeso ya que montando en bici quemamos aproximadamente entre 5 y 10 kilocalorías por minuto, variando dicha cifra en función de factores como el peso corporal o la intensidad del ejercicio. Gracias a este gasto energético, favoreceremos un déficit calórico en nuestro organismo que nos facilitará la tarea de adelgazar (Fogelholm y Kukkonen-Harkula, 2000). Además, produce un incremento del colesterol HDL, es decir, el colesterol bueno (Vuori, Oja y Paronen, 1994).
Conviene destacar que es una actividad especialmente apropiada para gente con sobrepeso, ya que el 70% del peso corporal lo soportan el sillín, el manillar y los pedales, por lo que el sistema músculo-esquelético no se sobrecarga tanto (Tackson, Krebs y Harris, 1997). Así, las articulaciones no sufren tanto y podremos disfrutar del deporte durante mucho tiempo. Además, también mejoraremos la fuerza de las piernas, por lo que a medida que avancemos podremos recorrer más distancias con menos esfuerzo (DETR, 1999)
Por lo tanto, el ciclismo es un deporte idóneo para reducir nuestra grasa corporal y mantenernos en nuestro peso después de haber adelgazado, siendo especialmente recomendable para las personas con sobrepeso.
Bienestar psicológico
El ciclismo puede ayudarnos a tener un equilibrio no solamente físico, sino mental así como a reducir estrés y sus efectos provocado por los problemas de la vida diaria (Cavill y Davis, 2007).
Además también tiene otros efectos psicológicos positivos, como la mejora de nuestra percepción de bienestar y de auto-confianza así como nuestra tolerancia al estrés. También puede ser útil para combatir problemas de insomnio (Boyd, Hillman, Nevill, Pearce y Tuxworth, 1998).
Conclusión
El ciclismo es un deporte que nos puede ayudar a mejorar nuestra salud y calidad de vida, con la particularidad de que puede ser fácilmente incorporado a nuestra vida diaria gracias a las facilidades que existen actualmente para poder montar en bicicleta. Además, cualquiera de nosotros puede practicarlo independientemente de la forma física con la que parta, así que solamente queda animarse y empezar a desplazarnos al trabajo o a cualquier otro lugar en bicicleta.