Los antioxidantes son moléculas (tanto creados por la naturaleza como por el hombre) que pueden prevenir y retrasar el daño que sufren las células de nuestro cuerpo. Todo compuesto que puede donar electrones y contrarrestar la acción de los radicales libres tiene propiedades antioxidantes.
Los antioxidantes naturales pueden ser encontrados principalmente en frutas y verduras, plantas marinas y determinados tipos de marisco que se alimentan de plantas marinas. Existen miles de componentes antioxidantes, siendo los más comunes la vitamina A, C y E, así como los beta-carotenos y el licopeno. Los antioxidantes también pueden ser producidos de forma artificial, e incluso ser consumidos en forma de suplementos alimenticios.
¿Qué son los radicales libres?
La exposición al oxígeno (es decir, la oxidación) puede “romper” los átomos, de modo que esos átomos acaban con electrones desparejados, lo que hace que se conviertan en cañones que liberan químicos. Estos chicos malos, llamados radicales libres, están constantemente en busca de electrones de repuesto para conseguir estabilizar sus confundidos átomos. Así, los radicales libres se enganchan a los electrones de otras células, lo cual puede crear una reacción en cadena de radicales libres.
Dicho de otra manera, un radical libre roba los electrones de una célula vecina, la cual al perder sus electrones se convierte en un radical libre y empieza su caza. Suena agotador.
¿Por qué los radicales libres son una lata?
Raramente es buena idea desordenar la estructura de una célula, y más aún cuando las células que están experimentando la oxidación contienen ADN. Varios estudios científicos han relacionado esta situación con enfermedades como el cáncer, problemas de corazón, derrame cerebral, envejecimiento, diabetes, artritis, fibromialgia, Parkinson, Alzheimer, enfermedades autoinmunes, decadencia cognitiva y problemas de vista.
¿Qué hacen los antioxidantes?
Si el cuerpo humano fuese un juego de béisbol, los antioxidantes serían el primer jugador de base. Los antioxidantes se encuentran en las primeras líneas de defensa de nuestro cuerpo. Los componentes antioxidantes pueden “donar” electrones a los radicales libres para que vuelvan a ser estables y no necesiten robar electrones a las células cercanas. Los antioxidantes también pueden ayudar a reparar el daño que ya hayan producido los radicales libres a las células.
¿Realmente nos protegen los antioxidantes?
Existen muy pocos estudios científicos que demuestren que los antioxidantes sean capaces de protegernos totalmente de problemas de corazón, cáncer o derrames cerebrales.
De hecho, algunos estudios han llegado a demostrar que consumir demasiados beta-carotenos puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de pulmón en las personas fumadoras. Así, estos estudios, que fueron llevados a cabo en enfermos de cáncer al azar, demostraron que aquellos que tomaban suplementos de antioxidantes durante su tratamiento empeoraron sus resultados. En otro estudio aleatorio se descubrió que aquellas mujeres que tomaban suplementos alimenticios de antioxidantes sufrían con una mayor ratio cáncer de piel que aquellas que no los tomaban.
Otros estudios que analizaron las enfermedades de corazón y los derrames cerebrales mostraron que los antioxidantes tenían un efecto placebo (siendo la única excepción la vitamina E, que benefició de forma significativa a las mujeres con enfermedades cardiovasculares).
Además, un reciente estudio ha desmentido la idea de que todos los radicales libres sean malos para la salud, demostrando que nuestro cuerpo de hecho requiere determinada cantidad de radicales libres para matar células cancerígenas y bacterias, entre otras cosas. Por ello, el tomar demasiados antioxidantes puede suprimir esos comportamientos buenos de los radicales libres, pudiendo desencadenarse alguna enfermedad.
No obstante, debemos remarcar la importancia de seguir una dieta rica en antioxidantes, con suficientes frutas y verduras frescas pero, como todo, con moderación.
Referencias
- Sophia Breene, What Are Antioxidants (and How Do They Work)? Para Greatist [Revisado en Octubre de 2015].
