Es muy posible que en caso de que sufras problemas de tiroides hayas escuchado hablar sobre los goitrógenos. De hecho, quizá incluso hayas oído que deberías evitar ciertos alimentos debido a su presencia, debido a que éstos interfieren en la función de la glándula tiroides, es decir, dificultan que la tiroides produzca las hormonas que tu cuerpo necesita para desarrollar un metabolismo normal.
Pero, ¿son realmente tan malos como para tener que evitarlos a toda costa? Conoce cómo influyen los goitrógenos en la salud y que alimentos son los que contienen una mayor cantidad de éstos.
¿Qué tipos de goitrógenos existen?
Existen tres tipos principales de goitrógenos; los goitrinos, los tiocianatos y los flavonoides.
Los goitrinos y los tiocianatos se producen cuando las plantas se dañan, mientras que los flavonoides están presentes de forma natural en una amplia variedad de alimentos. Algunos ejemplos incluyen el resveratrol en el vino tinto y las catequinas en el té verde.
Se considera que los flavonoides son buenos antioxidantes, pero algunos de ellos pueden ser convertidos en compuestos goitrogénicos por nuestra flora intestinal.
¿Qué efectos causa una alta ingesta de goitrógenos?
Para las personas con problemas de tiroides, altas ingestas de goitrógenos pueden empeorar la función de la tiroides de las siguientes formas;
- Bloqueando el yodo: los goitrógenos pueden evitar que el yodo entre en la glándula tiroides, y esto impide que se produzcan hormonas tiroideas.
- Inhibiendo la TPO: la enzima TPO une el yodo al aminoácido tirosina, y juntos forman las bases para las hormonas tiroideas. Si los goitrógenos bloquean a la TPO se impedirá la formación de estos complejos.
- Reduciendo los niveles de TSH: los goitrógenos intervienen en la liberación de TSH (Hormona Estimulante de Tiroides), la cual ayuda a la glándula tiroides a producir hormonas.
Cuando la función de esta glándula se ve alterada se pueden generar problemas en la regulación de la temperatura corporal, el ritmo cardíaco, la síntesis proteica, los niveles de calcio en sangre y la forma en la que tu cuerpo utiliza las grasas y los carbohidratos.
El cuerpo puede arreglárselas si existe un descenso en la producción de hormonas tiroideas liberando más TSH, la cual lleva a la tiroides a producir más hormonas. Sin embargo, una tiroides defectuosa no responde adecuadamente a la TSH.
La tiroides compensa este efecto generando más células, lo cual lleva a un ensanchamiento de la glándula conocido como bocio (“goiter” o “goitre” en inglés, de ahí el nombre de los goitrógenos).
¿Qué otros problemas pueden causar los goitrógenos a la salud?
El bocio no es el único problema que deberíamos considerar. El hecho de que la tiroides no pueda producir suficientes hormonas puede llevar al aumento del riesgo de sufrir otras patologías como;
- Deterioro mental.
- Enfermedades cardíacas.
- Ganancia de peso.
- Obesidad.
- Retrasos en el desarrollo.
- Fracturas óseas.
¿Qué alimentos contienen altas cantidades de goitrógenos?
A causa de todos los problemas que nos pueden ocasionar los goitrógenos en la tiroides, es recomendable conocer qué vegetales contienen altas cantidades de goitrógenos:
- Verduras crucíferas: brócoli, coliflor, repollo, col rizada, espinacas, nabos…
- Frutas y verduras almidonadas: maíz, cacahuetes, peras, fresas, batatas, melocotones, mijo, linaza…
- Derivados de la soja: tofu, tempeh, leche de soja…
Conclusión
Aunque no debemos obsesionarnos por los goitrógenos, los problemas de tiroides son muy comunes en aquellos que solemos entrenar y recurrir repetidamente a dietas hipocalóricas, por lo que tener un poco en cuenta los alimentos que los contienen puede resultar muy positivo para evitarlos.
Referencias
- Alina Petre, Goitrogens in Foods: Harmful or Harmless?, para Authority Nutrition [Revisado en marzo de 2016].