¿Alguna vez has notado que tu hombro suena o cruje durante tu entrenamiento? Todo esto se debe a una «condición» que abarca todo ruido o sonido anormal que produzca una articulación cuando se le produce movimiento, la cual es denominada como «crepitación articular«.
Normalmente no es un hecho alarmante siempre y cuando no tengas dolores significativos. Muchas personas suelen producir estos crujidos en sus articulaciones sin la necesidad de que estén lesionadas; simplemente, sus articulaciones pueden producir el sonido así como con el crujido de los nudillos.
Si en tu caso, te genera un dolor muy leve, la solución más rápida y efectiva serían los tratamientos caseros como las compresas frías, el descanso e incluso estiramientos antes y después de entrenar. En cambio si tu dolor es severo, solo puede ser tratado y curado sabiendo con exactitud la razón del dolor. Por eso, te damos a conocer 6 razones por las que tus hombros crujen mientras entrenas.
¿Por qué crujen los hombros cuando entrenas?
1. Tu articulación del hombro esta subluxada
Una subluxación del hombro se trata de una dislocación parcial de la articulación del hombro, lo cual puede ocurrir por diversas razones; por ejemplo, cuando la bola del hueso de la parte superior del brazo (el húmero) se separa parcialmente de la cavidad glenoidea del hombro.
En este caso podrías sentir una sensación de hormigueo, calor o dolor, además de crepitación del hombro. Otro síntoma frecuente es que sientas el hombro «atrapado» cuando trates de hacer movimientos por encima de la cabeza.
1.1 ¿Cómo solucionarlo?
La solución más factible si tienes una subluxación de hombro es que vayas a un fisioterapeuta. Probablemente no necesitarás cirugía, solo un proceso de «reducción cerrada» donde guiarán el humero suavemente hacia la cavidad.
Luego de ésto es probable que necesites de una buena rehabilitación continua para que puedas recuperar la fuerza, estabilidad, y movilidad del hombro.
2. Tienes los ligamentos débiles
Tus ligamentos conectan hueso a hueso y su función esencial es mantener tu esqueleto estable.
La mayoría de personas experimentan tensión en los ligamentos por falta de actividad física y estiramientos, pero algunas personas tienen ligamentos «sueltos». Por lo tanto, si tus hombros están causando ruidos, es probable que tus ligamentos necesiten una pequeña dosis de tensión.
El nombre oficial de esta condición es laxitud ligamentosa, pero también es posible que hayas escuchado que la llamen «doble articulación» o «laxitud articular»
Lo que puede estar pasando es que poseas esta condición por naturaleza, pero no te confundas si escuchas que te nombran alguno de los dos términos mencionados anteriormente, porque no son del todo correctos.
Lo que ocurre cuando tienes laxitud ligamentosa es que tus articulaciones se encuentran extremadamente flojas, esto corresponde a que tus ligamentos de los hombros estén más alargados y hagan que esta afección resulte un poco dolorosa.
La solución para ésta afección la encontrarás con un fisioterapeuta que sepa manipular la rehabilitación adecuada para poder dar la estabilidad necesaria a tu hombro.
3. Tu hombro está liberando gas
No es igual que al sentido intestinal, para nada. Lo que ocurre cuando tu hombro libera gas es que tus articulaciones acumulan gas, y en cierto punto, éste necesita ser liberado. Sin embargo es un gas inofensivo que se produce debido a la liberación de gases que ejerce el líquido sinovial, líquido encargado de la lubricación necesaria para que tus articulaciones se mantengan en movimiento.
Este proceso de liberación de gases normalmente es llamado cavitación, y suele ser indoloro.
Este problema en principio no es necesario solucionarlo, siempre y cuando no sientas dolor en los hombros. Tu hombro puede estar funcionando completamente bien aun teniendo ésta condición así que ¡Despreocúpate!
4. Tienes una lágrima labral o una rotura del manguito rotador
Estas son las lesiones del hombro más comunes. Ambas suelen causar grietas que generan ese craqueo o crujido en los hombros con más frecuencia, haciéndolo ver casi como si fuese un ruido rutinario.
Las lágrimas labrales implican una lesión en el disco de goma del cartílago en la cavidad del hombro, que amortigua la parte superior del hueso del brazo (húmero); mientras que las roturas del manguito rotador se tratan de lesiones en cualquiera de los cuatro músculos o en cualquiera de los tendones que mantienen seguro el húmero en la cavidad del hombro.
Lo más recomendable para este caso es visitar a un especialista en ortopedia. Estas lesiones son frecuentes, graves y deben ser tratadas con sumo cuidado por un especialista para que luego no queden daños permanentes.
5. Inflamación por bursitis o tendinitis
Estas son dos afecciones inflamatorias capaces de afectar cualquier articulación. Con frecuencia, hacen referencia al impacto sobre el hombro.
La bursitis se refiere a la inflamación de una bolsa, un saco lleno de líquido que ayuda a amortiguar las articulaciones y a reducir la fricción entre los diferentes tejidos de su cuerpo. Cuando una bolsa del hombro se inflama, el espacio dentro de la articulación del hombro disminuye y puede causar fricción, lo que puede provocar dolor y chasquidos.
En cambio, la tendinitis, se trata de la inflamación de un tendón, que típicamente es el manguito rotador o bíceps. Sin importar cual sea el resultado de la inflamación, el resultado de la afección sería el mismo. Poco espacio dentro de la articulación del hombro, lo que genera roce, fricción y dolor.
Este par de afecciones puede ser tratada y curada mediante tratamientos como hielo, reposo y el suministro de un par de analgésicos o antiinflamatorios. Sin embargo, en el caso de que la afección persista, lo más recomendable es que asistas a un especialista que pueda hacerte una resonancia magnética para que así tengas un diagnóstico claro; de esta forma obtendrás una recuperación más rápida y adecuada.
6. Tus huesos están frotando por la osteoartritis
A medida que los años pasan, los cartílagos que componen tus articulaciones se van desgastando; por lo tanto, cada vez queda menos espacio entre tus huesos, lo cual en cierto punto puede hacer que genere un roce entre ambos huesos y ésto sea la razón de los «crujidos» que hemos mencionado.
Evidentemente cuando este sea el motivo de tus crujidos, la razón es que se te está adelantando la artritis.
¿Puedes solucionar un problema de osteoartritis?
Habla con tu médico, dile que sospechas que sufres de artritis. El se encargará de decirte cuales son las medidas necesarias que debes tomar para que así tengas alguna mejor. Con frecuencia, suelen recomendar para estos casos un cambio en el estilo de vida.
Con esto se refieren a limitaciones para ciertas actividades de alto impacto, continua aplicación de terapias de frío y calor, al igual que la toma de algunos medicamentos que tu doctor te indique para ayudar a aliviar el dolor.
Conclusión
No todas las afecciones o razones son igual de graves. Muchas son solo temporales y se pueden corregir de forma rápida. Por lo tanto, si tienes alguna de ellas, identifícalas y trátalas lo antes posible.
También existen casos donde los crujidos no se deben al hombro como tal, sino a cualquiera de las articulaciones cercanas. Por eso, siempre que puedas termina tus rutinas con breves estiramientos para tus brazos en general y aplica éstos consejos para que sigas teniendo el mejor entrenamiento de una forma sana para tu cuerpo.
Referencias
- Capritto, A. 8 Possible Reasons Your Shoulder Pops or Cracks During Workouts. Para Livestrong [Revisado en enero de 2020]