Las ensaladas listas para llevar del supermercado son cada vez más habituales, sobre todo entre aquellos que tienen poco tiempo y comen directamente delante del ordenador.
Estas ensaladas tienen muchas ventajas: su bajo precio y una mayor vida útil, la manera tan fácil de prepararlas (ya que vienen lavadas y cortadas) y ser una alternativa más saludable a la comida rápida cuando tenemos prisa hace que la mayoría prefiramos esta opción a las ensaladas con producto fresco.
¿Pero, en realidad son saludables las ensaladas que vienen en bolsa? El hecho es que podrían ser un caldo de cultivo para algunas bacterias como la Salmonella o la Escherichia Coli, especialmente si, desde su recolección hasta nuestra cocina, se rompe la cadena de frío que hace que el producto se conserve en perfectas condiciones.
¿Cómo procesan las ensaladas que vienen en bolsa?
Las ensaladas que sueles tomar envasadas tienen un proceso de elaboración que es importante saber antes de consumirlas.
Una vez que están maduras, son recolectadas del campo y lavadas en agua fría (hasta 3 veces) para quitar los restos de suciedad que pudieran tener. Acto seguido se desinfectan para evitar que tengan sustancias perjudiciales para la salud, como la bacterias.
El siguiente paso es secarlas bien y cortarlas en el tamaño deseado. Por último se envasan en bolsas o tarrinas sin conservantes ni aditivos.
Al igual que pasa con las lechugas naturales, las ensaladas de bolsa van perdiendo frescura y calidad con el paso de los días, y lo normal es que las ensaladas envasadas duren alrededor de una semana antes de perder poco a poco la calidad del principio.
Estos alimentos envasados están sometidos a regularizaciones estrictas, siguiendo procesos de higienización y controles desde su recolección hasta la llegada al supermercado, a veces más que los productos frescos. Es por ello que algunos nutricionistas ponen en duda que exista un peligro real.
Por ejemplo, Fidel Salazar Cueto, dietista-nutricionista, considera que si el proceso de higienización está bien hecho y el consumidor respeta la cadena de frío y las fechas de caducidad, no hay ningún problema en comer verduras envasadas.
¿Las ensaladas empaquetadas son menos nutritivas?
Un error frecuente es pensar que porque estamos comiendo verdura ya estamos ingiriendo un alimento altamente nutritivo; pero esto no es del todo cierto.
Lo primero que tenemos que saber es que, cuando lavamos las verduras, existen pérdidas de vitaminas hidrosolubles (complejo B y vitamina C); las cuales, como su nombre indica, son solubles en agua y, por ello, el agua las arrastra. Si encima el proceso de lavado al que se someten es más intenso, la pérdida es mucho mayor.
Es por ello que siempre se recomienda un mayor consumo de verduras crudas y frescas. No obstante, si compras verduras que se hayan almacenado adecuadamente y tú las almacenas bien en tu refrigerador, no debería haber tanta pérdida de nutrientes. De hecho, 2 estudios descubrieron que la lechuga y la col rizada tienden a retener vitaminas y antioxidantes incluso después de unos días o una semana (Kobori, Huber, Sarantópoulos y Rodriguez‐Amaya, 2011; Preti y Vinci, 2016).
¿Las ensaladas en bolsa pueden contaminarse?
Puede parecer que el proceso de triple lavado y desinfección hace que las verduras en bolsas o en cajas sean una apuesta más segura, pero no hay garantía.
«Incluso el lavado triple no elimina todas las bacterias, porque se adhieren a la superficie irregular de las hojas», dice Tamika D. Sims, directora de comunicaciones de tecnología alimentaria de la Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria de Estados Unidos.
En este sentido, el último informe del departamento de infección e inmunidad de la Universidad de Leicester (Inglaterra, Reino Unido), determina que las bolsas de ensalada preparada son un caldo de cultivo para la salmonella. La razón es porque esta bacteria se adhiere en las bolsas selladas la salmonela a las hojas de la ensalada, incluso después de enjuagarlas minuciosamente.
Los expertos están tan preocupados por el tema que han advertido a todos los hogares que eviten comprar este tipo de lechugas envasadas, y en caso de que no tengan otra opción, instan a que la laven a fondo antes de consumirla. También que eviten que se caliente.
«Este hallazgo ha hecho que aumente la presión sobre los cultivadores, a los que se exige que mantengan altos los estándares en seguridad alimentaria, pues unas cuantas células de salmonella son suficientes para que la enfermedad se extienda», detalla la investigadora Primrose Freestone. La experta advierte además que unas cuantas hojas dañadas hacen que el patógeno crezca y sea capaz de causar la enfermedad.
No hace falta que nos comamos la ensalada entera para contraer salmonelosis, pues con unas hojas basta. Esta enfermedad causa fiebre extrema, vómitos y diarrea, que duran aproximadamente una semana.
¿Son mejores las ensaladas envasadas o las frescas?
Ambas opciones son nutritivas, por lo que no deberías sentir que estás eligiendo una verdura menos virtuosa cuando compra verduras prelavadas.
Los expertos remarcan y señalan que tales productos envasados son igual de saludables que los naturales, y que aportan las mismas vitaminas que las que las que no están envasadas. Sin embargo los entendidos en el tema indican que hay que consumirlas lo más pronto posible desde que se compran y aprovechar de esta forma todos sus nutrientes. Por tanto, no debes tener dudas sobre este tipo de productos y consumirlos cuando lo prefieras.
La nutricionista especialista, Sheila Amelia Felipe, insiste en que es importante darle a la alimentación la importancia que tiene en nuestras vidas, por lo que recomienda dedicarle el tiempo que merece y una planificación adecuada, priorizando, siempre que se pueda, las verduras frescas, de temporada, de proximidad y en el mercado local.
¿Cómo asegurarte de qué las ensaladas envasadas están frescas?
- Escanea el paquete: asegúrate de que tus verduras estén etiquetadas como «lavado triple». Y elige las ensaladas con la fecha de vencimiento más lejana.
- Elige las más «bonitas»: comprueba que los vegetales verdes se vean secos y crujientes. Del mismo modo, evita las verduras que se vean húmedas, viscosas, amarillentas o que tengan un olor desagradable, incluso si la fecha de vencimiento dice que todavía están buenas.
- Opta por la cubierta cuando puedas: ofrece un poco más de protección que una bolsa de plástico. El empaque de la cubierta minimiza el riesgo de hojas trituradas o magulladas que podrían ser más propensas a albergar bacterias.
- Guarda tus verduras en el refrigerador tan pronto como las traigas a casa y guárdalas allí hasta que vayas a comerlas. Cuanto menos tiempo pasen las verduras en sus envases, menos probable será que goteen jugo que podría estimular el crecimiento de bacterias.
Referencias
- Kobori, C., Huber, S., Sarantópoulos, C. y Rodriguez‐Amaya, D. (2011). Behavior of Flavonols and Carotenoids of Minimally Processed Kale Leaves during Storage in Passive Modified Atmosphere Packaging. Journal of Food Science. doi: 10.1111/j.1750-3841.2010.01988.x
- Preti, R. y Vinci, G. (2016). Nutritional and sensory evaluation of ready-to-eat salads during shelf life. Agro Food Industry Hi Tech. doi: 10.0000445reseh