Con la llegada de las lluvias, entre los matorrales y los pies de los árboles, comienzan a crecer hongos en cantidades increíbles. Coloridos, esponjosos, redondeados, de tallo grueso… pueden mostrarse de muchas maneras pero lo que debemos tener muy claro es si son hongos comestibles o no.
Consumir estos manjares de temporada no es ninguna novedad. Sin miedo a cometer una equivocación, se puede decir que son uno de los alimentos, junto con algunas semillas y vegetales, a los que tenemos más fácil acceso. Sin embargo, es necesario conocer un poco más acerca de la clasificación de los hongos, ya que el consumo de algunas variedades puede resultar mortal.
5 champiñones comestibles
1. Champiñón blanco
También llamados hongos de París, son los más cultivados y conocidos de Occidente y, aunque se comercializan todo el año, su temporada de cosecha es en otoño. Es la variedad de hongos comestibles más conocida y consumida en el mercado por su sabor y textura lo cual los hacen agradables al paladar. Su color varía del blanco cremoso al ligeramente café.
Los champiñones blancos tienen un sabor suave, delicado y algo terroso y se pueden comer de muchas formas: crudos, cocidos o en conserva. No te preocupes por la poca suciedad que puedas encontrar en su caparazón, ya que se puede lavar, pero evita los hongos que se vean demasiado secos o brillantes, ya que son dos signos de que ya pasaron su mejor momento
Los champiñones blancos son bajos en calorías por lo que se recomiendan en dietas hipocalóricas. Además, aportan proteínas, vitaminas y minerales, fibra, vitaminas C, D y B-12 y ácido fólico (Jeong et al., 2010).
2. Champiñón ostra
El champiñón ostra se reconoce por su forma de sombrero redondeado a manera de abanico. Sus tonos van de los grises a los marrones, y actualmente se pueden conseguir en amarillo y en color rosa.
Su superficie es muy lisa y curvada y su cara inferior está constituida por laminillas muy finas y delicadas. Normalmente tiene un diámetro que oscila entre los 5 y los 15 cm dependiendo de la edad del hongo. Su tallo es corto, ligeramente duro y no es agradable al paladar. Por ser de fácil producción, hoy en día se cultivan en grandes cantidades sobre fardos de paja y sobre madera muerta; en consecuencia, es una de las setas más comercializadas.
Es rica en proteínas, fibra, minerales y vitaminas, teniendo un alto índice de vitaminas del grupo B, vitamina D y antioxidantes. Además, estudios han descubierto que tienen propiedades que ayudan a reducir la inflamación y el colesterol (Valverde, Hernández y Paredes, 2013)
Por otro lado, los champiñones ostra son muy versátiles para cocinarlos. Se pueden empanar y freír, poner a la parrilla, cocinarlos a la plancha o al vapor. Son deliciosos en ensaladas, salsas y preparados en vinagre como encurtido. Su olor es fuerte y su sabor recuerda a la carne de ternera. Eso si, crudos no saben nada bien.
3. Champiñones Shiitake
El shiitake probablemente es el champiñón asiático más famoso fuera y dentro de los países asiaticos. Es originario de China y Japón, pero hoy en día, el shiitake se cultiva en todo el mundo, incluso en Latinoamérica.
Hay una gran variedad de champiñones Shiitake y los distintos tipos varían en tamaño y en la forma de la parte superior del hongo. Comparado con los champiñones de botón blanco, los shiitakes son codiciados por tener 10 veces más de sabor. Además, es capaz de proporcionar grandes y diversos beneficios para la salud, como mejoras en la función inmune (Dai et al., 2015)
El champiñón Shiitake se usa como estimulante digestivo y también como aromatizante bucal natural, también contiene mucha vitamina A, cobre y manganeso, además de tener 3 veces más vitamina C que las naranjas y dos veces de hierro que las espinacas.
Por otro lado, un té de hongos shiitake es un remedio tradicional para el cólico, la indigestión, gases intestinales; y como hierba ayuda a purificar la sangre y a combatir el cáncer.
4. Champiñón Cremini
Los hongos Cremini son champiñones de tamaño pequeño a mediano que tienen un sabor terroso y suave. Si bien la diferencia de sabor entre los champiñones blancos y los Cremini es pequeña, a algunas personas les resulta más rico y atractivo el sabor de estos últimos.
Los hongos Cremini son una gran fuente de vitaminas y minerales, además de antioxidantes que ayudan a proteger las células, y de potasio, un mineral del que muchas personas padecen una deficiencia.
La mejor forma de limpiar las setas crimini para no perjudicar su textura y sabor es limpiarlos usando el mínimo de agua posible. Para ello, solo tienes que emplear una toalla de papel o paño de cocina ligeramente húmedo. Luego, córtalo finamente en rebanadas y prepárate para disfrutar de su increíble sabor y aroma. Los amantes de los hongos los disfrutan salteados, en cacerolas, sopas, tortillas, ensaladas y hasta en hamburguesas.
5. Champiñones Portobello
Los champiñones Portobello son una variedad de seta de cultivo deliciosa, de la misma familia que el champiñón blanco y los cremini (Agaricus Bisporus), pero con una textura más firme y tersa y un sabor más dulce y fresco, delicado y seductor.
El champiñón Portobello tiene un sombrero de color marrón tostado, pero su interior es blanco y limpio. Está considerado como un champiñón exótico y, dadas sus características, son ideales para hacer a la parrilla. Son bajos en calorías y con un efecto saciante, lo que los convierte en un gran aliado de las dietas hipocalóricas. También son una excelente fuente de aminoácidos esenciales y minerales como fósforo, cobre, zinc o hierro, además de carbohidratos.
Estos champiñones se usan especialmente para la preparación de pizzas, pastas, arroces, tortillas, guisos y ensaladas. También los puedes preparar al horno, salteados o simplemente crudos: en todas sus presentaciones son deliciosos.
Conclusión
Debido a que existe una diversa cantidad de especies de champiñones comestibles con pequeñas diferencias físicas que producen grandes diferencias en la ingestión, lo más seguro es utilizar las guías locales para distinguir los hongos que crecen en tu localidad, y determinar cuáles pueden ser ingeridos por el ser humano sin que cause ningún efecto colateral.
Referencias
- Dai, X., Stanilka, J., Rowe, C., Esteves, E., Nieves, C., Spaiser, S., Christman, M… y Percival, S. (2015). Consuming Lentinula edodes (Shiitake) Mushrooms Daily Improves Human Immunity: A Randomized Dietary Intervention in Healthy Young Adults. Journal of the American College of Nutrition. Doi: 10.1080/07315724.2014.950391
- Jeong, S., Jeong, Y., Yang, B., Islam, R., Koyyalamudi, S., Pang, G., Cho, K. y Song, C. (2010). Mushroom Identification: Your Guide to Edible Mushrooms. Nutrition Research. Doi: 10.1016/j.nutres.2009.12.003
- Valverde, M., Hernández-Pérez, T. y Paredes-López, O. (2013). Edible Mushrooms: Improving Human Health and Promoting Quality Life. International Journey of Microbiology. Doi: 10.78929728/nutrion.microbiology