Los beneficios para la salud del entrenamiento con pesas están fuera de toda duda(1). Sin embargo, cuando nos referimos al hombro, estos beneficios conllevan una serie de riesgos. Una encuesta realizada a 110 personas que entrenaban con pesas de manera recreativa reveló que el 61% de todos ellos habían sufrido dolor en el hombro durante el último año de entrenamiento, mientras que el 33% lo habían tenido en los últimos 3 días(2). Además, el estudio indicó que más del 36% del total de lesiones sufridas como consecuencia del entrenamiento con pesas fueron en el complejo del hombro(3). Las lesiones más frecuentes que se dan en el hombro debido al entrenamiento con pesas son(4):
- Inestabilidad anterior glenohumeral
- Lesión en el manguito de los rotadores (compuesto por los músculos supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular)
- Síndrome (o pinzamiento) subacromial
- Debilidad muscular en el manguito de los rotadores
- Degeneración de las estructuras musculoesqueléticas como consecuencia de la edad
- Espacio subacromial estrecho congénito
- Actividades que conlleven movimientos agresivos desde el punto de vista biomecánica (generalmente movimientos por encima de la cabeza sin la biomecánica adecuada)(9)
El remo al cuello es un ejercicio muy popular utilizado para estimular las fibras medias del deltoides y las fibras superiores del trapecio, además de fortalecer los estabilizadores escapulares(10) y suponer una fase de movimiento de ejercicios de powerlifting como el power clean o el hang clean. A pesar de los beneficios de este ejercicio, la realización del mismo de la manera tradicional supone un riesgo de sufrir un síndrome subacromial(9). La manera tradicional conlleva elevar los brazos por encima de la altura de los hombros, con éstos en rotación interna. Este movimiento es erróneo desde el punto de vista biomecánico ya que la elevación de los brazos por encima de la cabeza requiere que los hombros roten externamente para prevenir el síndrome subacromial(11). Por lo tanto, para realizar el remo al cuello de una manera segura para nuestros hombros, hacen falta una serie de modificaciones, manteniendo el propósito del ejercicio pero respetando la biomecánica del movimiento de elevación del brazo.
Consideraciones biomecánicas
El remo al cuello es un ejercicio multiarticular, ya que implica tanto al hombro como al codo. los estudios electromiográficos indican que este ejercicio implica un 85 y un 78% la activación de las fibras superiores del trapecio y fibras medias del deltoides, respectivamente(12). La activación de las fibras superiores del trapecio se aproxima a la del ejercicio de encogimiento de hombros, pero con una carga menor, y convirtiéndolo en una alternativa muy recomendable para aquellos sujetos con dolor crónico de cuello(12).
La ejecución del remo al cuello requiere una elevación de los brazos en un ángulo ligeramente anterior al plano frontal, con los brazos rotados internamente con el objetivo de activar las fibras medias del deltoides(12,13). Además, la técnica tradicional dicta que los codos se eleven por encima de los hombros mientras mantenemos la rotación interna de nuestros brazos, en contra de la biomecánica natural de la elevación de los brazos que implica una rotación externa de los hombros para evitar el pinzamiento de las estructuras subacromiales.
La rotación externa, para evitar el pinzamiento subacromial, debe comenzar a los 60º de elevación, siendo muy relevante a los 90º y 120º(11). Los estudios que han utilizado imágenes de resonancias magnéticas y exploraciones quirúrgicas han señalado el enorme grado de pinzamiento subacromial que se da de los 70º a los 90º cuando elevamos los brazos por encima de la cabeza sin rotación externa de hombros(14,15). Los sujetos con lesión del manguito rotador y/ síndrome subacromial diagnosticado previamente, presentan dolor cuando realizan el ejercicio de manera tradicional. Por lo tanto parece importante modificar el ejercicio desde el punto de vista biomecánico manteniendo la activación muscular de los grupos a los que va dirigido.
Modificaciones de la técnica
El remo al cuello puede ser un ejercicio seguro y efectivo si se siguen unas pautas adecuadas. La ejecución del ejercicio debe tener en cuenta tanto la genética individual como la fisiopatología del complejo articular del hombro. Como norma general, la barra debe estar lo más cercana al cuerpo posible durante todo el movimiento para mantener la activación muscular de las fibras medias del deltoides. Además, es importante que la tracción salga de los codos y no de las muñecas, para maximizar la actividad muscular en el hombro.
El grado de elevación ideal de los brazos es motivo de mucha controversia. Los estudios, como citamos anteriormente, indican que el pinzamiento se da entre los 70º y los 120º de elevación glenohumeral(11,14,15), aunque los autores recomiendan que los individuos sin síntomas de dolor eleven sus brazos hasta la altura de los hombros, justo hasta los 90º de elevación glenohumeral. Sin embargo, aquellos sujetos que tengan diagnosticado un síndrome subacromial o presenten dolor durante el ejercicio, deben disminuir el grado de elevación a una altura que sea asintomática.
El remo al cuello se utiliza a menudo en ejercicios explosivos como el power clean y el hang clean. Durante el clean, el levantador se centra en general un movimiento explosivo traccionando la barra hacia arriba(16), pero en este caso el pinzamiento no supone un problema porque la elevación de los brazos no suele superar los 60º. En cambio, los principiante en este tipo de ejercicios, tienden a elevar los brazos más allá del rango de movimiento seguro, y dada la naturaleza explosiva del ejercicio, los daños que pueden sufrir en los tejidos blandos pueden ser mayores. Por eso se recomienda que los principiantes ejecuten los clean a una velocidad moderada hasta que adquieran el control neuromuscular y técnica adecuados que puedan garantizar su seguridad.
En lo que respecta a la carga y volumen de entrenamiento de este ejercicio, debemos diferenciar entre la población asintomática y la población con lesión de hombro. En la población asintomática, se sugieren 2-3 series de 12-20 repeticiones con una carga inferioral 67% del 1RM. Para alcanzar los objetivos de fuerza e hipertrofia progresaremos hasta las 3-6 series de 6-12 repeticiones con el 70-80% del 1RM y descansos de 60″-90″ entre series. En sujetos con predisposición a lesiones de hombro (por ejemplo en deportes con frecuentes elevaciones de los brazos por encima de la cabeza como el balonmano) deben comenzar en los rangos de volumen y de carga más bajos y progresar siempre en función de los síntomas que presenten durante el entrenamiento. Y por supuesto, siempre bajo la supervisión del médico, preparador físico y/o fisioterapeuta correspondiente.
Conclusión
Uno de las ventajas fundamentales del remo al cuello es que es el único ejercicio multiarticular de cadena abierta que se centra en las fibras medias del deltoides, haciendo de éste uno de los ejercicios favoritos por muchos powerlifters y culturistas. Aunque el ejercicio tiene numerosos beneficios, el hecho de poder provocar pinzamiento subacromial tamibén lo hace peligroso. Para minimizar el riesgo de lesión debemos realizar unas modificaciones:
- Llevar la barra lo más cercana al cuerpo posible durante todo el movimiento
- No elevar los brazos más allá de los 90º
- No elevar los codos más allá de los 90º, sin superar en nigún momento los hombros
Siguiendo esta serie de modificaciones podremos disfrutar de los beneficios que el remo al cuello provoca sobre nuestro trapecio y deltoides, evitando sufrir una lesión en el manguito de los rotadores y/o un síndrome subacromial.
Fuentes:
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